viernes, 22 de enero de 2016

MARÍA ZAMBRANO SEGÚN JOAQUÍN CALOMARDE (ISIDRA VICTORIA RODRÍGUEZ, 1ER BLOQUE BACHILLERATO NOCTURNO)



¡Estudiantes! ¡Profesores! ¡Amigos todos del IES Padre Feijoo! Estamos de vuelta. Desde la tranquilidad de la noche y animada por Amalia, su profesora de Filosofía, nos escribe Isidra Victoria, Toya para los amigos, acerca de María Zambrano. Con el entusiasmo que la caracteriza, nos envía un comentario acerca del capítulo que Joaquín Calomarde le dedica a esta pensadora en la obra de Rosa María Rodríguez Magda, Mujeres en la Historia del Pensamiento, Anthropos (Barcelona, 1997). En este título, según nos cuenta Toya, se nos ofrece un panorama de varias filósofas a través de los ojos de intelectuales de nuestro siglo. El objetivo es llenar el vacío de conocimiento que existe sobre las aportaciones que estas grandes pensadoras hicieron, pese a los obstáculos que encontraron en su camino.

_________________________________




María Zambrano, que para algunos es tan solo el nombre de una de las calles cercanas a nuestro instituto, fue una filósofa y ensayista del siglo XX. Pasó buena parte de su vida en el exilio y solo fue reconocida tardíamente y, aun así, no de forma mayoritaria. Según Calomarde, es difícil calificar la obra de María Zambrano, en la que se encuentran influencias de autores tan diversos como los clásicos griegos, Cervantes o pensadores contemporáneos como Ortega y Gasset, de quien, por cierto, fue colega. En su obra filosófica el vivir es ver pasar la vida y contemplarla “desde nuestra prisión”, el lenguaje.

Dos son las grandes cuestiones de su obra, la creación de la persona y la razón poética. Esta última se relaciona con el arte de la memoria “pues si lo que queremos aprehender es el transcurrir de la vida hemos de recordar que en ella no hay situaciones repetibles”.

En cuanto al hombre, el yo, está dotado de una sustancia, un ser interior, que la pensadora identifica con los sentimientos, las ideas más profundas, lo sagrado del yo de la conciencia. Este ser interior es innato, existe desde el día de nuestro nacimiento, aunque solo con el paso del tiempo se vaya creando conciencia de él. A través de estas sustancias se debe buscar la unidad como persona.

Sus proyectos filosóficos  son muchos y variados: la vida, la  razón, la muerte, la existencia.

La existencia no es la condición de la vida, sino el resultado biográfico e histórico de la circunstancia que es vivir. La muerte, a su vez, es el origen de todo pensar. No es la conclusión de la vida, sino “lo otro” de lo vivo. No es la culminación de un proceso.

En su obra hay, pues, una búsqueda constante de la  “existencia originaria” por la escritura literaria o filosófica hoy desaparecidas. Su filosofía no ha sido entendida por los estudiosos tradicionalistas. Aunque, sí la hubiesen entendido, según Calonge, Teresa de Jesús, Valle-Inclán o Vicente Aleixandre.

Isidra Victoria Rodríguez, Primer Bloque del Bachillerato Nocturno


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Hola! La administradora de este lugar te da la bienvenida y las gracias por haber llegado hasta aquí. Te pide, además, que prestes atención al escribir tu comentario y revises su ortografía -¡ejem, ejem!- antes de darle a la tecla "Publicar"